Hace ya unos años Howard
Gardner publicó su libro "Las inteligencias múltiples",
donde recopila las diferentes capacidades inteligentes que cada uno
de nosotros disponemos. En síntesis, viene a decirnos que en función
de nuestra genética y de las respuestas que recibimos del ambiente,
desarrollamos más un tipo de inteligencia u otra. En su libro
reúne 8 tipos de inteligencia: lingüística, musical,
lógico-matemática, manual-kinésica, naturalista, visual-espacial,
intrapersonal e interpersonal. Todas ellas son especializaciones de
la inteligencia que acompañan y permiten el desarrollo de nuestras
capacidades innatas en relación con las respuestas que recibimos del entorno.
Pero vayamos un poco más
allá y veamos dónde se sustentan esos 8 tipos de inteligencia...
Sabemos que la inteligencia es la capacidad que todos
tenemos de resolver los problemas y retos que la vida nos plantea. La
inteligencia nos permite comprender y entender los problemas para a
continuación tratar de resolverlos. Sabemos también que la
inteligencia por sí sola no podría existir. Hasta ahora no se ha
observado ningún cerebro o ente andante que camine y piense sin base que lo sustente.
¿Cuál es la base que
sustenta la inteligencia? ¿Dónde se enraíza la inteligencia?...
Es evidente que en el cuerpo. Sin cuerpo no hay lugar donde la
inteligencia pueda ser posible. En los seres humanos y en los
animales (mamíferos, aves, reptiles,...) es muy claro. Los seres
humanos son inteligentes. Los animales son inteligentes.
Existe un tipo de
inteligencia que pone en común a todos los seres vivos
que pueblan la tierra; una inteligencia que nos acompaña desde los
inicios de la vida y sin la cual no estaríamos aquí: la inteligencia instintivo-emocional, senso-perceptiva y motora.
¿Acaso no hay una inteligencia primera que a nivel profundo nos
acerca o nos aleja de lo que necesitamos, nos contrae o nos expande
ante un hecho externo que sucede, nos permite percibir si algo es
bueno o malo y nos permite tener percepciones y sensaciones para desde ahí situarnos
ante ese estímulo?... ¿Y todo ello dónde se enraíza, de dónde
parte?... Se enraíza en el cuerpo y parte del instinto y de sus reacciones emocionales.
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Inteligencias múltiples |
La inteligencia
instintivo-emocional, senso-perceptiva y motora nos sitúa en la
realidad inmediata. No hay tiempo para pensar, es la inteligencia del
momento, del ahora. En el ser humano, hasta el primer o segundo año de vida no dispongo de otra inteligencia que ésa. Recordemos
que desde que soy concebido dentro del cuerpo de mi madre registro las primeras experiencias que se sitúan en el núcleo
más profundo de la personalidad. Desde ese momento funcionamos
con esa inteligencia; esa inteligencia nos va a acompañar el resto de nuestros días, siempre va a estar ahí gobernando de una manera u otra, resonando de fondo y
orientándonos hacia lo que necesitamos. En función de las
respuestas que reciba cuando tan solo dispongo de esa
inteligencia, la tendré más (o menos) desarrollada,
más (o menos) eficiente y más (o menos) disponible. Desde esa
inteligencia desarrollo las demás inteligencias que se van
superponiendo en el desarrollo.
A partir de los dos años aproximadamente voy
aprendiendo a comunicarme a través del lenguaje. Se incorpora una
nueva inteligencia que se superpone a la anterior: la inteligencia
simbólica. Desde esa inteligencia puedo empezar a representarme que
si mi madre se va, aunque me duela, sé que en algún momento
volverá. Antes, esa operación no la podía realizar. En ese momento se despliega una capacidad inventiva y creativa impresionante en el niño. Todo es posible.
A partir de los cinco años (a
veces antes) irrumpe la inteligencia de las operaciones concretas. En
síntesis, utilizamos esa inteligencia para ordenar y aplicar la
lógica a los hechos. Es entonces cuando asocio unas cosas con otras
según el peso, el tamaño, el volumen; separo, clasifico, formo
conjuntos,... En definitiva, trato de ordenar el mundo para
entenderlo un poco mejor.
A partir de la pubertad se incorpora la inteligencia de las operaciones
formales. Sobre las demás inteligencias se desarrolla un pensamiento
de tipo hipotético-deductivo. Desde ese momento puedo empezar a
formular hipótesis sobre lo que sucede en la realidad sin que yo
esté en esa realidad.
En fin, podríamos alargarnos mucho porque es
un tema realmente apasionante que necesita de mucho tiempo y espacio... Para acabar, simplemente subrayar que
la inteligencia más potente que tenemos porque es la más directamente conectada a la vida, al instinto, al cuerpo, a la emoción, a la sensación, a la
percepción, etcétera, es la inteligencia instintivo-emocional,
senso-perceptiva y motriz: la primera inteligencia que se desarrolla en nosotros y común a todos los seres vivos. Sobre ella se construyen todas las demás.
Las cuatro inteligencias que
he nombrado forman parte del desarrollo humano y son la base para
entender la especialización de las inteligencias que una vez somos
adultos desarrollamos, como señala Howard Gardner en su obra "Las
inteligencias múltiples".
Bibliografía: COSTA, Marc:
Módulo de Desarrollo Humano 1. Edición interna de la Escuela de
Terapia de Integración Psico-Corporal. 2002
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